Voces de Vereda. Un retrato del conflicto y la paz en el Meta
El pasado 27 de Agosto se realizó el lanzamiento del documental Voces de vereda, una pieza que transita por la cotidianidad de una comunidad campesina en el medio de los Llanos Orientales de nuestro país. Narra los sueños y anhelos de hombres, mujeres, niños y niñas que han sido testigo de los ciclos de violencia y de la reciente apuesta por la construcción de una paz estable y duradera.
El evento tuvo lugar en la Universidad Externado de Colombia y convocó a casi un centenar de personas entre quienes estaban jóvenes estudiantes, profesores, investigadores, líderes sociales y representantes de comunidades indígenas. Al finalizar la proyección hubo un panel de discusión conformado por dos mujeres campesinas protagonistas del vídeo, una integrante del partido político FARC, una investigadora del Observatorio de Comunicación, Educación y Medios y el director de fotografía del documental. Allí se desarrolló la discusión frente a las modificaciones que trajo la firma del acuerdo de paz al territorio y específicamente a su comunidad.
Las mujeres manifestaron su experiencia durante la violencia socio-política que se desató en sus hogares, tiempo donde la tranquilidad no era una sensación cotidiana sino un deseo de esperanza, una búsqueda constate por salvaguardar su vida, la de su familia y su territorio. Narraron los ataques sufrido por los actores del conflicto, afectando su integridad y sus proyectos de vidas. Adicionalmente denunciaron el gran abandono estatal en la región y cómo la ausencia del mismo posibilitó otras maneras de crear vías de acceso, escuelas y demás necesidades de la comunidad.
En cuanto a los resultados que se dieron en el territorio después de la firma del acuerdo de paz, está el retorno de los campesinos, la libertad de circular por el territorio y la tranquilidad de estar y sentirse en casa.
Por otro lado, fue evidente que se mantiene la falta de garantías del gobierno frente al acuerdo de paz y la seguridad hacia los excombatientes, se dejó clara la importancia de la lucha por sostener la paz, así como la necesidad de tener un trabajo articulado entre la sociedad y el contexto político, que permitan transformaciones sociales profundas.
Es así como el espacio da cuenta de una realidad dura y cruda que afrontan distintas regiones del país, una violación sistemática de los derechos humanos y la lucha por la tenencia de la tierra. Da cuenta del poder de la resiliencia, del empoderamiento, de la organización y la lucha por lo propio. Sin duda fue un espacio que deja resalta el reto de trabajar por el fortalecimiento de esa paz estable y duradera.